Así nace un arroyo

Descubrimos como nace un arroyo



Hoy vamos a investigar cómo nace el arroyo de la Mina en un manantial en Aceguá. Una parte del agua que cae se evapora. Otra parte del agua de lluvia corre por las pendientes hacia las zonas más bajas formando pequeñas zanjas y cañadas que enriquecen el caudal de ríos y arroyos. Donde el suelo se lo permite, el agua de lluvia penetra en los terrenos y circula por su interior. Forma el "agua subterránea" que alimenta los pozos o cachimbas y los manantiales.

Los ríos son las corrientes más largas en nuestro país y siempre llevan agua. Los arroyos y cañadas son corrientes menores y pueden secarse temporariamente. Corren siempre desde las tierras altas a las bajas. Por eso las nacientes están en una cuchilla. En Uruguay las corrientes de agua se alimentan principalmente con las lluvias. El arroyo de la Mina es un afluente del río Yaguarón pues le aporta agua a ese río  y este desemboca en la Laguna Merín. Las corrientes de agua al correr cavan poco a poco un camino que se llama lecho o cauce. El lecho está bordeado por dos orillas: margen izquierda y margen derecha. La dirección de la corriente de agua va desde las nacientes hasta la desembocadura. Todo arroyo desemboca en un río y los ríos desembocan en una laguna o en el mar y de ahí al océano. Para saber más http://clubesciencia.es.tl/Un-arroyo-nace-de-un-manantial.htm

 

ESCRIBEN LOS ALUMNOS

Con plasticina y otros materiales armamos una maqueta que explica cómo nace un arroyo, cuando lo expusimos en los clubes de ciencia le pusimos agua circulando y la gente nos hacía preguntas.

Para comprobar eso fuimos a Aceguá y vimos una zanjita manando agua que es donde nace el arroyo de la Mina y la cruzamos de un saltito, por eso somos hermanos de los brasileros y la gente trae mucho contrabando que es traer cosas sin pagar impuestos. Un saltito y estábamos en el Brasil, otro saltito y estábamos en Uruguay. Iban además de muchos padres y don Ibáñez y Cristina Rocha que casi siempre vienen con nosotros, y los practicantes y la subdirectora, la profesora Tania Saura.

El Sergio saltaba a un lado y otro de la zanja y decia “Toy en el Brasil, toy en Uruguay” Hasta que se cayó sentado adentro de la zanja, se embarró todito y el maestro le dijo “Ahora estás en la tierra de nadie”

Entramos a un monte de mimbres y vimos cómo iba creciendo el arroyito. El maestro y la madre de Andrea fueron midiendo las márgenes. Pasa de tener 20 cm de ancho a 5 metros que fue hasta donde entramos.

Seguimos caminando por adentro del monte y cada vez iba siendo más variado. El maestro dijo que era un monte nativo. Se formó tan tupido que tuvimos que regresar. Pero el arroyo se iba agrandando cada vez más, aunque era muy bajito, se pasaba caminando al otro lado. Ahí fue cuando la Katy pegó un salto y un grito. Había visto unos gusanos negros que se desplazan todos amontonados: Nadie supo lo que eran, seguramente alguna etapa de algún animal como mariposas. El maestro gritó ¡No los pisen! Todos agrupaditos siguieron su camino.

Vimos un camino que es el camino de los quileros. Hay una canción de Osiris Rodriguez Castillos y por ahí antes se contrabandeaba es decir traían azúcar, caña y yerba del Brasil para Uruguay sin pagar impuestos y eran perseguidos por la policía. Se escondían en los montes, del arroyo y contrabandeaban con caballos que se llamaban cargueros, llevaban 5 o 6 caballos llenos de mercadería y aveces cortaban los alambrados para cruzar. Ahora siguen contrabandeando pero en moto. Y el maestro contó que también muchos lo hacían en bicicleta desde Melo a Aceguá y volvían cargados. Siempre usaban ese camino para ir a unos grandes comercios que había en La Mina.

El Bruno escarbando con un palo cerca del manantial donde nace el arroyo encontró una piedra que parece una punta de flecha. El maestro dice  que ahí hubo asentamientos de indios  Minuanes  y Guenoas, seguramente ahí enterraban a sus muertos ya que Aceguá sale del guaraní: "lugar donde la gente descansa" Otros dicen que era porque los españoles oían a los zorros gritar y decían: ¡Hay un bicho que hace guá! No hallamos ninguna otra flecha y menos bichos que hacen ¡guá!.

Los arroyos nacen en un lugar alto como una cuchilla. El arroyo de la Mina nace en una zanjita y luego se va extendiendo cerro abajo hasta desembocar en el Yaguarón y este desemboca en la Laguna Merín formando una cuenca.

Ibamos recorriendo el arroyo de la Mina donde todavía era una cañada y vimos muchos pájaros .El Chuqui vio un chanchito jabalí y lo fue a agarrar. El maestro le gritó y el chanchito disparó y se metió de cabeza en el arroyito, habían otros que no habíamos visto que hicieron lo mismo. Don Ibañez nos explicó que eran unos carpinchos que son bastante parecidos a un chancho, pero no te atacan, solo disparan. Regresamos porque el monte cada vez era más tupido, pero el arroyo cada vez se ahondaba más y estaba más encajonado. La erosión y la fuerza del agua cuando llueve lo van agrandando.

Cuando salíamos del monte y pasamos por el campo vimos una bandada de ñandúes pastando como si fueran ovejas. Pobres bichos cuando vieron la cantidad de gurises con túnica se largaron a disparar rumbo al Brasil, no quedó ni uno.

En la sombrita del monte del lado del Brasil nos sentamos a merendar y ahí fue cuando el Mati le dijo al maestro... “¡Pah pa mi que todavía queda algún indio! Escuche tan tocando tambor…” Todos nos callamos y sentíamos a lo lejos :  ¡Tucu tum tucu tum! todos  se asustaron y la Cami dijo: “Capaz que están en  guerra  y vienen hacia aquí…” la Martita se puso a llorar y decía “vámonos de aquí… igual esos son esos indios que te meten en una olla y te cocinan vivo. Yo lo vi en una peli. Cuando tocan tambor ya tienen las ollas prontas en el fuego. ¡Vámonos maestro!…Yo me quiero ir pal Uruguay con mi mamá!”  Hubo que agarrarla para que no saliera disparando…y cuando estábamos calmando a la Martita a la Naty le cayó tremendo bicho de colores  marrón y naranja en la moña, que tiró la milanesa, la moña  y el vaso de jugo ensuciando a los que estábamos cerca y salió corriendo al otro lado del alambrado. Fue el desbande de gurises que viendo los gritos de la Naty decían “¡los indios atacan! ¡A la Naty le pegaron un flechazo!.” Pero era un bruto cascudo del tamaño de un gorrión que tenía grandes patas y parecía venenoso, remontó vuelo y se fue. El maestro cuando nos tranquilizó junto a los mayores y logró que la Martita y la Naty dejaran de llorar dijo: “Che! Déjense de pavadas! Indios ya no hay en el Uruguay, en el Brasil hay pero muy lejos de aquí…y no son caníbales. No se asusten. Esos ruidos son de los tucutucu que hacen cuevas subterráneas. Son bichitos parecidos a una rata que mientras escarban se comunican con otros. Viven debajo de la tierra en galerías”... Los buscamos pero no lo pudimos encontrar, el ruido nos mareaba y no se sabía de donde venía, solo se sentía como a lo lejos el ¡Tucu tum tucu tum! Seguramente estaba en el campo que había pasando el monte hacia el Brasil. A las 16 horas subimos en el ómnibus y nos vinimos  a Melo con muchas cosas aprendidas y mucho para contar.

 
Total de visitas: 12038 visitantes (15231 clics a subpáginas) en ésta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis